Tienen como objetivo mejorar la dispersión de aire a través de la pulpa en la formación y estabilización de finas burbujas de aire y una espuma mineralizada en la superficie de la celda de flotación, produciendo una fase de espuma que ayuda al transporte del mineral.
Se utilizan para transformar la superficie hidrofílica del mineral en una hidrofóbica, esta transformación se logra mediante la acumulación de colector en la interfaz mineral/agua, un proceso denominado adsorción.
Consisten en desactivar o inhibir la flotación de los minerales considerados contaminantes o secundarios, estableciendo las condiciones apropiadas que favorecen la flotación de los minerales de interés comercial.
Realizan una limpieza superficial de los minerales, parcialmente oxidados o contaminados con partículas de rocas alteradas, para descubrir y reutilizar su parte activa adherible a los colectores tradicionales.